Creencias, su biología y su cambio (III): La Mente Superconsciente

Lo que cuenta es la sabiduría y la capacidad dentro de ti”

Rob Williams

En el primero de los posts de esta serie nos referimos a los aspectos biológicos de las creencias y el monumental cambio de paradigma que trae aparejado, en el segundo nos dedicamos a lo relativo a cómo cambiar aquellas creencias que limitan nuestro desarrollo   personal.

En este post, ultimo de esta modesta trilogía, nos centraremos en la Mente Superconsciente, como anticipamos en el post anterior.

En esta dimensión entramos en el campo de las fuerzas invisibles cuya existencia demostró la ciencia durante el siglo pasado.

A partir de Albert Einstein sabemos que la diferenciación entre materia y energía ya está superada. Esto implica que queda obsoleta la física de Newton para entrar en el dominio de la Física Cuántica.

En lo que nos interesa hay dos aspectos fundamentales:

  • Todo es energía
  • No hay espacios vacíos entre las magnitudes visibles sino hay una red de energía por la que todos estamos conectados.

Bruce Lipton, en su libro la Biología de las Creencia y en sus conferencias, sostiene que cada pensamiento es una energía. Esto es una fuerza invisible que da forma al mundo de cada uno de nosotros y por consecuencia, de la sociedad en su conjunto.

El Dr. Lipton resume este concepto diciendo “Creamos nuestra vida con nuestros pensamientos y los proyectamos con nuestras creencias al entorno energético que nos rodea”

En este marco se sabe que los seres vivos nos comunicamos con vibraciones, los seres humanos también tenemos un leguaje simbólico pero nuestro leguaje puede ser falso mientras que las vibraciones que transmitimos siempre son verdaderas. De este modo si cambiamos nuestros pensamientos cambiamos el campo energético que equivale al espíritu. Esto confirma lo que sabemos intuitivamente, pensamientos negativos crean un mundo (campo energético) negativo y viceversa con los pensamientos positivos.

La mente superconsciente

Se la identifica como: Ser Superior, Inteligencia Divina, Intuición, Alma, Dios, Buda, el Universo etc. Cada uno lo referirá de manera que armonice con sus convicciones sobre la trascendencia.

Desde el punto de vista de las neurociencias, Annie Marquier[1], establece que la mente consciente opera en el córtex (parte más desarrollada del cerebro), la mente subconsciente opera en el cerebro límbico (donde residen las emociones) y la mente superconsciente opera en el corazón (cuarto chacra en la visión oriental)[2]

Lamente superconsciente nos da la claridad y el discernimiento, junto con la fortaleza para llevar adelante nuestros planes.

Esto último puede parecer extraño y alejado de la realidad y hasta un disparate, sin embargo, la neurociencia confirma que lo dicho es absolutamente cierto.

neuronas del corazonLas neuronas del corazón

Annie Marquier[3], explica que la investigación científica ha demostrado que el corazón tiene un sistema nervioso independiente, muy desarrollado y con 40.000 neuronas.

Además, genera una compleja red de neurotransmisores que le permite tomar decisiones independientemente del cerebro y puede aprender, recordar y percibir.

Del corazón también salen 4 conexiones nerviosas hacia el cerebro las que permiten influir en la percepción de la realidad y entre otras propiedades puede inhibir la producción de cortisol (hormona del stress) y liberar oxitocina que es la denominada hormona del amor.

Con esta propiedad podemos mejorar nuestra percepción de realidad y dejar de lado viejas creencias y valores que actúan como filtro que distorsiona la realidad lo que nos lleva a la frustración.

El corazón, además, genera el mayor campo electromagnético del cuerpo.

Su componente eléctrico es unas 60 veces más grande que el del cerebro y el componente magnético es unas 5.000 veces más fuerte que el del cerebro, ambos medidos con instrumentos de precisión.

Hace muchos años varios expertos sostuvieron que una de las habilidades fundamentales del directivo eran las habilidades perceptivas.

Después de muchos siglos de pensamiento racional, en Occidente, promovido por Descartes, la ciencia nos demuestra que solo la mente consciente no basta para lograr nuestros sueños, pues las creencias limitantes pueden bloquear nuestro desarrollo o los filtros de la percepción puede llevarnos por caminos equivocados.

Con este post damos por terminada esta serie en la que planteamos algunos avances científicos con impacto en el crecimiento personal.

En estas tres colaboraciones dedicadas a las creencias nos hemos referido a las investigaciones de Bruce Lipton que establecen que la herencia genética no determina nuestro comportamiento sino el entorno que, a través de los años se grabó en la mente subconsciente y como cambiar esas creencias limitantes. Finalmente, introdujimos la mente superconsciente, desarrollada por Rob Williams, como inteligencia suprema que nos permite discernir sobre el camino a tomar.

En todo caso, el trabajo sobre creencias sigue siendo una de las áreas fundamentales del coaching y la investigación siempre será bienvenida para contribuir a la mejora de nuestros servicios profesionales colaborando con los coachees para que logren sus metas.

[1] Directora del Instituto para el Desarrollo de la Persona (Quebec, Canadá).
[2] Conferencia de Vanessa Navarro Liaño, especialista en PSYCH-K®
[3] Entrevista en La Vanguardia 26 de marzo de 2012.

Carlos Ferrari Robino
Comunidad Alumni – Escuela de Coaching Ejecutivo Cegos.

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