Blog de COACHING Cegos

El Coaching en un contexto de Dirección de Proyectos

El coaching es una herramienta de gestión muy eficaz y, sin embargo, conozco pocos directores de proyectos que adoptan un estilo de coaching al liderar a su equipo.

La cruda realidad es que muchos directores de proyectos no entienden el coaching y han recibido poca o ninguna formación sobre el mismo. Se necesita tiempo y práctica para mejorar sus habilidades como coach, pero cuanto más se avance, será más fácil. Las recompensas para el coach son la capacidad de lograr más a través de otros (delegación) y aumentar su valor para el negocio.

De acuerdo con Tim Gallwey en The Inner Game of Tennis, 1997, el coaching es desbloquear el potencial de una persona para maximizar su propio rendimiento. Le ayuda a aprender, en lugar de enseñarle.

A partir de este punto de vista podemos considerar dos estilos de liderazgo, directivo y no directivo:

Los beneficios del coaching en un contexto de proyecto son significativos:

Muchos de los directores de proyectos que son buenos coaches, a menudo cambian su estilo de liderazgo cuando están bajo presión – cuando aprietan los plazos, por ejemplo. En estas situaciones, muchos directores de proyecto aconsejarán en lugar de hacer preguntas. Usarán el lenguaje directivo como “Haz esto … haz eso” o “Déjame decirte cómo debes tratar este problema”. Una vez que la presión se reduce, los directores de proyecto suelen volver a un estilo de liderazgo más constructivo, sabiendo que a largo plazo, utilizando el coaching en lugar de asesoramiento directo, se beneficiarán a sí mismos y al miembro del equipo.

En la práctica, es una cuestión de equilibrio y el coaching puede ser contraproducente si se utiliza en exceso.

He oído historias sobre personas que son nuevas en el coaching y que han cometido este error. Si el coaching es el único método utilizado durante la comunicación, comienza a ser frustrante para el coachee (la persona que está recibiendo el coaching), lo que puede ser contraproducente. La buena noticia es que cuanto más se practica un estilo de coaching como director de proyecto, más fácil es saber cuándo es apropiado, cómo integrarlo en las conversaciones y con quién. Incluso para los buenos coaches, en situaciones bajo presión puede ser excesivamente retador no predeterminar “decir” en lugar de “preguntar”.

Pero cuidado: sólo se puede practicar coaching a la gente que lo acepta voluntariamente. Si quieren progresar y creen que tienen margen para mejorar. Sir John Whitmore, pionero en el desarrollo de liderazgo y del coaching, lo expresó sucintamente, a menos que el líder, el director o el coach crean que las personas poseen más capacidad de lo que expresan actualmente, no podrán ayudarlas a expresarlo. Debemos pensar en las personas en términos de su verdadero potencial no sólo en el contexto de su desempeño histórico.

Practicar coaching con su equipo de proyecto, especialmente si está recién formado o es inexperto, le ayudará a desarrollar un proyecto con éxito. Recomiendo practicar coaching a cualquier director de proyecto.