Cada uno de nosotros tiene un terreno inexplorado, sólo tenemos que buscar un poco y empezaremos a ver caminos que no hemos recorrido y que, a priori, tampoco nos apetece andar, algunos lo llaman dejadez y otros desinterés, aunque muchos de ellos pretenden ocultar su miedo a lo desconocido (aunque realmente tienen una ligera idea de qué se pueden encontrar).
Tal vez, el miedo que más afecta al “explorador” de su verdad, es el que le tiene convencido de que no será capaz de cambiar las cosas, independientemente de lo que se encuentre, aunque esta afirmación en sí misma resulta contradictoria, ya que, sin conocer lo que se encontrará, lo teme.
Esta reacción cobra más sentido si leemos el significado de la palabra miedo, según el Diccionario de la Lengua Española de la RAE es: “Recelo o aprensión que alguien tiene de que le suceda algo contrario a lo que desea”.
Entonces, ¿puede que nuestro miedo a reflexionar se deba a que el resultado de nuestra investigación pueda ser lo contrario de lo que pretendemos?, pero ¿y si el resultado es incluso mejor de lo que estamos convencidos que será?
El coaching pone a disposición de los “exploradores” a expertos guías de caminos inexplorados, los cuales aseguran respeto a las decisiones de sus clientes e interés en acompañarles a descubrir nuevas rutas, aunque no tienen planos, los terrenos los decide cada explorador.
Si la compañía de un guía reduce tu miedo, ésta es tu solución ¿te atreves?.
Autor: Javier Urbano, Consultor Senior Cegos España.