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9 consejos desde Japón para trabajar en “hermosa armonía”

Japón es un país que en ocasiones puede resultarnos desconcertante. Su avance en robótica e inteligencia artificial es de admirar, sus códigos y sus rituales a veces nos sorprenden y su búsqueda de una armonía social resulta intrigante.

La tierra del sol naciente entró el 1 de mayo en una nueva era imperial, la era de la “hermosa armonía” (Reiwa). Por eso me he decidido a escribir sobre 9 principios que los turistas asiduos o aquellos que hacen negocios regularmente en Japón ya conocen. 9 conceptos filosóficos, formas de vida, técnicas artísticas o métodos importados de Japón para trabajar en “hermosa armonía” y estar a gusto con nosotros mismos y en nuestro entorno laboral.

Mantente humilde y zen frente a las limitaciones externas

Frente a los elementos amenazantes del archipiélago volcánico y montañoso, los japoneses se han acostumbrado a lidiar con ciertas limitaciones y la impermanencia del mundo. Esto probablemente ha moldeado su respeto por la fuerza de la naturaleza y su ecosistema. También han cultivado una humildad combinada con una capacidad poco común de innovar en un entorno limitado y restringido. Relacionado con nuestras propias limitaciones y transformaciones, dejemos de lado lo que no podemos controlar, centrándonos en lo que sí podemos hacer o cambiar: nuestro círculo de influencia y liderazgo.

¡Piensa en kaïzen, por tu bienestar!

El Kaïzen (método de mejora continua a partir de acciones concretas y simples) a menudo se asocia y aplica como una herramienta de gestión en el mundo industrial. Sin embargo, este principio también se puede trasladar a nuestro desarrollo personal y a nuestro bienestar porque tiene su origen en el zen. La idea es implementar diariamente pequeños cambios concretos; energía progresiva, simple y económica. Con esto, trataremos de lograr un objetivo profesional o personal, como reducir el tiempo que pasamos con el Smartphone, o gestionar la vuelta de vacaciones para volver a la rutina.

Redefinir nuestra manera de entender el tiempo

Nuestra visión occidental y lineal del tiempo a menudo nos lleva a considerar el tiempo como un recurso externo y cuantificable. Lo que cuenta es el fin: siempre haciendo las cosas más rápido y mejor… Enfocándonos en hacer y en tener. Por lo tanto, se opone a la visión oriental y circular del tiempo que considera que el tiempo es una renovación eterna. Este enfoque está más centrado en el ser y la forma. Lo importante no es a dónde vamos sino cómo llegamos allí. Se centra en lo esencial y en la calidad de las relaciones.

¡Fortalece tus habilidades comunicativas gracias a Pecha Kucha!

A menudo olvidamos que una imagen vale más que mil palabras. En Japón, las imágenes y los ideogramas están en todas partes, su capacidad para traducir cosas en signos es muy poderosa. No es casualidad que la fotografía se haya desarrollado allí. Para mejorar la fuerza de tu comunicación y acabar con esas presentaciones interminables, prueba el PechaKucha. Significa “cháchara”, una técnica inventada por dos arquitectos en Tokio. Al combinar tu sentido de la narración con la fuerza de sus imágenes y gráficos a través de 20 diapositivas empleando 20 segundos en cada una de ellas, mejorarás el impacto de tus presentaciones. O, al menos, te divertirás preparándolas.

Manejar tus debilidades como en el Kintsugi

El Kintsugi (que significa “reparación de oro”) es un arte surgido en el siglo XV. Consiste en reparar las cerámicas o porcelanas rotas cubriendo las grietas con barniz mezclado con oro. Inspiremonos en esta técnica para, a partir de nuestros errores o fallos, mejorar. Convirtamos esas grietas en activos valiosos, construyendo una versión mejor y más fuerte de nosotros mismos.

Adoptar una visión global para abordar la complejidad

En el budismo zen, las cosas y los individuos no existen por si mismas, sino por sus interacciones con los demás y su entorno. Esta visión de las organizaciones otorga gran importancia al grupo y los colectivos para la sociedad. Difiere de nuestra visión más cartesiana e individualista.

Tener una visión sistémica y global de las interacciones entre los seres humanos puede proporcionarnos claves para la comprensión. Algo importantísimo en este contexto en el que nuestras empresas y organizaciones se tienen que enfrentar a un entorno volátil, incierto, ambiguo y paradójico.

Mantener la armonía en las discusiones

La armonía (“Wa”) es un elemento esencial en la mayoría de las culturas asiáticas. La primera constitución de Japón (604 DC) incluía al Wa como principio constitucional. El Wa fundamenta la ética de la gestión y es un condicionante del buen funcionamiento del grupo. Esto es algo que se aprecia en las relaciones comerciales con los japoneses, quienes que aprecian las conversaciones informales y breves. En nuestro propio contexto, centrémonos en la armonía con nuestros equipos y nuestros clientes para:

Escucha más y habla menos

El espacio entre dos elementos (el “Ma”) es el lugar que ocupa el vacío, un vacío cargado de significado. Los japoneses necesitan tiempo y silencio como podemos apreciar a través de sus artes (arreglos florales, caligrafía, ceremonia del té). Tratemos de practicarlo en todas nuestras discusiones y reuniones, dejemos espacio para el silencio. Démosle mayor presencia a uno mismo y a los demás, detectemos emociones no deseadas y tomemos descansos en las reuniones para coordinarnos mejor.

Inspírate en el Aikido

En las artes marciales y el Aikido en particular (“el camino la energía y la armonía”), se trata de colaborar con el par, para ver a dónde se quiere ir, aceptando su “energía”, no yendo en su contra ni alimentando el conflicto o lucha. Como dice Morihei Ueshiba, su fundador, en El arte de la paz, “El objetivo de la práctica del aikido no es simplemente hacerte más fuerte o más duro que otros, es convertirte en un guerrero de la paz”. El Aikido nos ofrece una hermosa metáfora sobre la postura a adoptar para progresar y acompañar las transformaciones: paciencia, empatía y presencia en el aquí y ahora.

Algunas lecciones del profesor Morihei Ueshiba para meditar sobre este asunto: “La verdadera fuerza es la que ejercemos sobre nuestros pensamientos, con nuestras acciones”. “El corazón del ser humano no es diferente del cielo y la tierra. En la práctica, ten siempre en cuenta la interacción del cielo y la tierra, el agua y el fuego, el yin y el yang”.


Autora original: Virginie Tilhet Coartet
Consultora de Cegos France