Blog de COACHING Cegos

No nacemos como manager coach… Nos convertimos en ello (2/2)

Tener éxito en la posición de coach no es algo obvio ni sencillo, implica dominar un conjunto de técnicas, podríamos hablar incluso de una filosofía de la relación que no se puede improvisar.

Puedes leer la primera parte sobre este tema aquí.

Integrar técnicas para uno mismo

Se trata de conocer las herramientas de coaching para poder usarlas correctamente: para dar feedback, analizar una solicitud, practicar la escucha atenta, tener cuidado con las interpretaciones sesgadas y, finalmente, incitar en otros el deseo de cambiar (de conductas o hábitos).

Sentirse cómodo en este rol implica tener la capacidad de dar un paso atrás respecto de las propias prácticas y mejorar el conocimiento del propio funcionamiento.

La primera herramienta es la autoobservación

La segunda, ser cauto con las creencias asumidas

La tercera, controlar los riesgos para un mismo

El coach es un guía, no un tutor, es parte del proceso, pero no es el líder, debe aprender a mantener la distancia correcta. Por esta razón, es recomendable estar acompañado para revisar y validar las prácticas de uno.

Finalmente, debemos cerrar simbólicamente la fase de coaching “aprender a dar y recibir comentarios” sobre el proceso y los resultados.

Hago una conexión con el mito de Ícaro y su desafortunado padre Dédalo. A pesar de todas sus advertencias, Ícaro voló demasiado cerca del sol … El rol del coach es influir y no dar instrucciones, aunque sean benevolentes. Queremos enseñarle al otro a mirar su entorno de manera diferente, ¡eso es suficiente!


Conviertete en manager coach y desarrolla las capacidades de tus colaboradores.


Autor original: Annette Chazoule
Manager Offre et Expertise Management